De Monica Vistali
CARACAS - Las relaciones entre Italia y Venezuela son - y siempre han sido - buenas. Lo asegura el ex Presidente de la Asamblea Nacional, el diputado socialista Fernando Soto Rojas, quien asistió a la celebración del Día de la Amistad italo-venezolana, que se celebró ayer por la mañana en Plaza Italia, en Caracas.
- Nunca hemos tenido ningún enfrentamiento con el pueblo o con el gobierno italiano - garantiza el parlamentario - y aún hoy en día las relaciones son buenas, a pesar que nuestros modelos ideológicos son diferentes.
Soto señala que "la colonia europea, y especialmente las italiana, española y portuguesa", fue "siempre bien recibida" en Venezuela, aunque "algunas personas se asustaron y huyeron del fantasma del socialismo, del comunismo." Señala que hoy, con la debacle económica que se cierne como una espada de Damocles sobre la zona euro, América Latina y Venezuela están volviendo a ser una tierra de inmigración.
- No hace mucho estuve en España -, dijo el diputado del PSUV - y conocí a muchos españoles-venezolano que piensan regresar a Venezuela, principalmente a causa de la grave crisis estructural que atraviesa el viejo continente. Espero que las cosas vayan a mejorar - dice - pero también estoy convencido que las medidas ‘fondomonetaristias’ se están tomando no vayan a resolver la situación.
Luego unas palabras para Italia:
- Desde los años 50 hay aquí una gran presencia de italianos, porque Venezuela es una tierra bendecida. Son bienvenidos - dice con gusto - todos aquellos que vienen a trabajar con buena voluntad.
Soto Rojas, nacido en 1933, es llamado el “diputado guerrillero" del Parlamento venezolano. Encabezó movimientos estudiantiles y militó en la resistencia contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, para luego abrazar la lucha armada en los años sesenta. Es durante esta década que se une al ejército revolucionario de Fidel Castro y lidera la brigada cubano-venezolana que invade clandestinamente a Venezuela con el objetivo de derrocar el gobierno de Rómulo Betancourt, mientras que en el 77 lo encontramos en el Medio Oriente en la resistencia palestina dentro de las filas de "Causa palestina".
Con una trayectoria de este tipo, entendemos por qué Soto - quien hace unos años inauguró en el revolucionario barrio ’23 Enero’ una plaza dedicada al fundador de las FARC, Manuel Marulanda Vélez - está tan comodo en la sombra del busto de Giuseppe Garibaldi:
- A lo largo de su vida, Garibaldi siempre ha sido un luchador y un guerrillero, al igual que yo. Cuando fuimos invitados a la celebración hemos aceptado en seguida, especialmente por lo que significó su figura en la historia de Italia y de América Latina. Creo que los venezolanos - declara - deberían estudiar más su historia y aprender más acerca de la comunidad italiana. Si Venezuela necesita una estabilidad a largo plazo, Italia necesita a Venezuela y América Latina para levantar una zona de paz.
Pero, ¿cómo seguirán las relaciones entre los dos países en el caso de un cambio político el 7 de octubre, cuando los venezolanos decidirán si reafirmar Hugo Chávez a la presidencia o optar por el candidato opositor, Henrique Capriles Radonski? Soto Rojas no tiene ninguna duda: las relaciones con Italia no van a cambiar porque Venezuela no va a abandonar el "socialismo bolivariano" por "un pasado que ya conoce":
- Habrá continuidad política, ya que simplemente se pasará del Comandante Chávez al presidente Chávez o lo contrario – bromea el congresista -. "El otro" -, afirma refiriéndose a Capriles - es un imponderable que no se vee en el horizonte. Cada día analizamos la situación política: la gente está avanzando muy seriamente en un proceso de politización y esto es impulsa la realización del sueño bolivariano.
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